27 feb 2010

¡Al Abordaje!


Soy un pirata en este mundo no llevo pata de palo, llevo Jordan en mis pies aunque salga algo más caro, sin pañuelo en la cabeza que oculte cada idea y sin parche en el ojo para que no haya nada que no vea.

Mi barco es de papel y dejo que me lleve el viento, Eolo de timonel y de capitán el tiempo, viaje sin contratiempos ni mensaje, chocamos con las nubes y ¡al abordaje!
El viento golpea mi cara mientras observo el mar que surco, demasiadas cosas raras para un mundo tan absurdo, tantas contradicciones, oposiciones y pocas canciones que hablen optimista, solo desamor desde el mismo punto de vista. No quiero loros en mi hombro que solo sepan repetir cada frase que me oyen decir sin más, vivir sin personalidad y seguir a toda la gran masa mundial. Como garfio únicamente mi de dedo medio bien alzado para todo el que ha aceptado que este mundo tan deprimente lo dirija siempre la misma gente. De repente, me veo navegando en este mar social contra viento y marea surcando cada tempestad, donde escasa la solidaridad y todo el que piense diferente es un rival. Con mi viejo catalejo quedo perplejo, pues este mundo no es lo que esperaba, ni de lejos.

Veo críos felices que por el suelo se están revolcando, sin saber que desde el cielo dos malditos aviones les están bombardeando.
Hinchas de un equipo todos juntos gritando, parece que animan pero el autobús contrario están apedreando.
Dos personas en la cama provocando con sus cuerpos un incendio, enserio, nada sería igual si no hubiera dinero de por medio.
Una modelo que pasea, es la princesa del reino, para ella siempre es primavera y mira a todos por encima del hombro como en una pasarela.
Da pena, ver niños muriendo de hambre, mientras otros lloran porque no le ha comprado la última consola su padre.
Charcos de sangre en torno a un pobre animal mientras toda la plaza no deja de vitorear al asesino con disfraz de valiente galán.
Chavales ilusionados que un futuro no tendrán, y todo por el racismo y la violencia policial.
Gente azotada por inundaciones llorando por sus males, eso es por construir en cuencas de ríos en parcelaciones ilegales, y encima querrán que se lo paguen.
Es normal que los delincuentes sean los que más ganen, aunque sea lamentable, si tráfico de armas, drogas y prostitución son los negocios más rentables.
Sé amable y prudente con quien tengas enfrente pues puede acabar contigo de repente y fácilmente.

Al mundo no le gusta el uso que a su suelo se le está dando, por eso muchos dicen que se está vengando, no mintáis solo tenéis lo que os estáis buscando, el fin poco a poco llega, se está acercando.

8 feb 2010

Preocupaciones


El aire cargado de humo entraba en sus pulmones, el olor a gasolina derramada en la carretera le recordaba a su infancia y a esos juegos en callejones entre cristales rotos y basura. La oscuridad nocturna hacía tiempo que inundaba las calles indefensas por las farolas rotas, apenas funcionaban un par en toda la vía y parpadeaban agónicamente resistiéndose a dar lo que sería su último resplandor.
Estaba solo, hacía pocas horas que había llegado a la ciudad y por fin aceptó que se había perdido, no tenía donde dormir y nadie a quien preguntar. La calle estaba desierta, apenas se escuchaba el sonido de alguna persiana rota golpeando con el cristal por el intenso aire que aquella noche se levantaba, siendo agradable al principio después de tanto tiempo vagando por aquel laberinto de ladrillo mal señalizado, pero que a esas horas empezaba a congelar las manos y a meterse en los huesos. Aquella situación le ponía nervioso, los casos de asesinatos y atracos violentos que tantas veces había ignorado en televisión ahora atacaban sus pensamientos en flashes, cada esquina de aquella calle parecía esconder algún desgraciado que reaccionaría violentamente a causa del mono o un ladrón sin escrúpulos dispuesto a que un hierro oxidado fuera un nuevo inquilino en su abdomen. El sudor frío le caía por la punta de la nariz haciendo ondas en un charco de gasolina al impactar con el asfalto, la sensación de agobio no le dejaba pensar y unos intensos pinchazos en la sien le torturaban. Un repentino e intenso calor ganó la batalla al aire callejero haciendo que la chaqueta fuera un estorbo tal que casi le quemaba. Los ojos se iban con cada pequeño resplandor de una ventana y los sobresaltos eran continuos con cada ruido. Aquella calle no podía estar desierta, algo ocurría, las cosas no iban bien, lo presentía y tenía la imperativa necesidad de huir de aquel lugar, rápido, mucho más de lo que nunca hubiera corrido, estaba seguro que, fuera quien fuera, desde algún rincón del interminable callejón le observaba , le perseguiría y no iba a dejarlo escapar. Las piernas se le paralizaron, intentó farfullar algo, pero su voz no estaba dispuesta a abandonar la segura oscuridad de su garganta. Un par de segundos se convirtieron en eternidades, en un caos de pensamientos irracionales y de escenas macabras, todo con un fondo de un intenso rojo sangre. Tras el bloqueo corrió, huyó de aquella muerte segura sin valor para mirar atrás, le estaban persiguiendo, seguro, casi podía notar la respiración de su asaltante intentando darle caza, quiso acelerar pero no podía más, sentía como si las piernas quisieran escapar cada una por su lado. Cayó al suelo pero se levantó sobresaltado apoyándose en unos cristales rotos, por la muñeca descendía un caudaloso río de sangre, pero no podía parar, lo tenía encima y la cabeza le iba a estallar.
Por fin el final de la calle, alguien debía haber allí, necesitaba ayuda, no podía seguir corriendo, entró con las últimas fuerzas en la intersección de la calle y la luz de un coche le cegó. El último momento de ligera consciencia fue justo antes de que su cabeza impactara violentamente contra el bordillo de la acera de aquella inocente calle.



Como dijo el filósofo:
"Don't worry baby que no pasa na, levanto la mirada y vuelvo a la realidad...
Es dificil lo sé, muchas crisis pasé, pero son mas fuertes las ganas de volar..."